Ya véis que para decorar mis tartas y cupcakes, siempre uso el fondant, al principio cuando lo oí por primera vez, pensé que se referían al chocolate, pero nooooooo, era la pasta de azúcar o más conocida por fondant, me recuerda un poco al cole cuando usábamos la plastilina para nuestros trabajos manuales.
Los hay de muchos colores, yo lo compro blanco y lo tiño, siempre con colorantes en pasta, aunque algunos como el negro o el rojo son muy difíciles de conseguir, así que siempre nos queda la opción de comprarlo ya teñido.
Otra ventaja es que con el mismo colorante y según la cantidad que usemos, tiñen con muy poquita, podemos conseguir colores más fuertes. Usar un palillo para aplicarlo.
Yo os recomiendo para empezar comprar 3 o 4 colores que podamos combinar.
En el mercado hay 2 marcas con mucha variedad de tonos, Wilton y Sugarflair.
Os dejo un vídeo, ya sabéis el dicho...¨ vale más una imagen que...¨
(la Guinda del Pastel)
Muy importante también su conservación, ya que se queda duro al aire, tenerlo siempre tapado o envuelto en papel film. Al empezar a trabajarlo y calentarlo con nuestras manos se hace más maleable y lo podremos extender con el rodillo sin problemas.
Usar los cortadores, hay gran variedad de formas y materiales, para hacer los adornos y mejor un par de días antes de hornear, para que se endurezcan un poco y luzcan en nuestros cupcakes o tartas.
¡ Hasta pronto !
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